Innovación abierta, ¿cómo hacerlo bien?

Trabajar con startups e invertir en ellas ya es una práctica común en el sector de la alimentación como en otros. En muchas ocasiones se ponen muchas esperanzas en que una startup va a ayudarnos a resolver nuestros problemas y será el germen de nuestro futuro crecimiento.
11/2023
Innovación abierta, ¿cómo hacerlo bien?

Trabajar con startups e invertir en ellas ya es una práctica común en el sector de la alimentación como en otros. En muchas ocasiones se ponen muchas esperanzas en que una startup va a ayudarnos a resolver nuestros problemas y será el germen de nuestro futuro crecimiento. Durante nuestra colaboración con empresas de alimentación y algunos de sus Corporate Venture Capitals, hemos aprendido algunos do’s and don’ts.

 

El primer punto es tener claro el objetivo de la colaboración con startups. No es lo mismo querer estar presente en el ecosistema emprendedor por una cuestión de Responsabilidad Corporativa que por un motivo financiero o uno de negocio. Son objetivos diferentes y por lo tanto la estrategia y modo de actuar también lo debe ser.

 

La gestión del proceso de búsqueda y captación también dependerá de este objetivo. Un concurso abierto es una fórmula muy interesante para lograr notoriedad e impacto en el entorno, pero no es siempre el más efectivo si tenemos un objetivo financiero o de negocio.

 

Si tenemos claro que buscamos una rentabilidad financiera o cubrir una necesidad que tengamos en nuestra estrategia de negocio no podemos dejar el éxito de la iniciativa a tener suerte en la convocatoria. En estos casos es necesario una búsqueda dirigida o scouting, de aquellas startups que mejor cumplan con el objetivo marcado.

 

Más allá de que la propuesta del emprendedor sea interesante o innovadora, debemos preguntarnos si es compatible y complementaria a nuestro negocio. Esta complementariedad puede estar en la categoría de producto, en mejoras productivas, mejoras en calidad, etc. No podemos deslumbrarnos por lo rompedor o llamativo de la propuesta, debemos ser más racionales.

 

Asimismo, es importante tener en cuenta que cuando colaboramos con una startup, su cultura y formas de trabajar difieren bastante de lo que suele ser una gran compañía. No por colaborar con una nos vamos a volver más ágiles y emprendedores. Podemos aprender mucho de ellas, pero también hay que tener unas expectativas adecuadas.

 

Además, estas startups también necesitan, en algunos casos, apoyo a la hora de definir su estrategia y propuesta de valor de cara a tener más posibilidades de éxito. El ímpetu y las ganas de los fundadores son cruciales, pero también es importante la experiencia y el análisis de terceros.

 

Muchas compañías en su estado más inicial están muy enfocadas en el producto y han dejado más descuidadas otras áreas que son tan claves o más en el éxito del proyecto. Marcas con un posicionamiento poco claro o escasamente relevante. Una identidad visual que no responde al objetivo de negocio y packs que no destacan en el lineal. Falta de planificación en la estrategia de canal, producto o innovación.