Vino, sostenibilidad y evolución del modelo de negocio

¿Sabías que la botella es la que más contribuye a la huella de carbono en la industria del vino?
11/2021
Vino, sostenibilidad y evolución del modelo de negocio

¿Cuánto más podemos cambiar un elemento tan icónico y crítico en la calidad del producto?


La sostenibilidad es una preocupación creciente para los consumidores y también, lógicamente, para las empresas. La reducción de la huella de carbono de la empresa es cada vez más prioritaria en muchas compañías, y para el mercado del vino esto no es ajeno. 


Las empresas vitivinícolas se han esforzado por mejorar la sostenibilidad, especialmente en el ámbito de la agricultura. La mayoría de las bodegas están logrando una agricultura más responsable, menos productos químicos y un mejor uso de los residuos. Pero en el ámbito de los envases, las botellas y el modelo de distribución, aún queda mucho trabajo por hacer. 


En este ámbito podemos mirar al pasado, cuando nuestros abuelos iban a la tienda con una botella o una garrafa de cristal para llenarla de vino a granel. Eso sí que era sostenible. Hoy en día, es cierto que sería mucho más complejo por muchas razones, pero hay opciones interesantes para intentar cambiar este negocio y hacer que tenga menos impacto en el medio ambiente.

Imagen: @twoluckyspoons


En Estados Unidos, la startup Gotham Project, al igual que Batman, intenta cambiar el mundo del vino desde su modelo de negocio. Su propuesta es muy interesante y potente, empieza por eliminar casi por completo la botella no retornable de la ecuación. 


Gotham Project es básicamente una empresa que vende vino en barril para ser vendido de grifo (on tap como se conoce en el sector), como si fuera una cerveza. Hasta ahora no hay mucha innovación. Aunque en los países tradicionalmente productores de vino este sistema no es muy conocido, en otros mercados, donde el vino por copa es más habitual, es fácil ver estos grifos en las barras de bares y restaurantes. 


Este sistema de distribución permite ahorrar las botellas y reutilizar los barriles de vino durante mucho tiempo, lo que tiene un impacto muy relevante en la huella de carbono de la empresa. Un cambio así en el sector podría tener un impacto muy fuerte. Es cierto que este sistema es mejor con vinos jóvenes en los que la calidad no se ve comprometida.

Imágen: @kymellis



Pero la startup tiene una ambición mayor. También están cambiando la forma de transportar y distribuir el vino. Por ello, importa vino de Europa a Estados Unidos en contenedores herméticos. Uno de estos contenedores puede transportar 24.000 litros de vino, lo que en botellas supondría necesitar 3 contenedores, además del aumento de peso que suponen las botellas. 


Posteriormente el contenedor llega a la planta de embotellado para llenar barriles, latas y botellas. Estas últimas son botellas retornables. Gotham Project vende estos vinos a bares y restaurantes de 40 estados. Teniendo en cuenta el gran número de botellas que aún no se reciclan, podemos hacernos una idea del impacto que tiene este movimiento en la sostenibilidad. 


Los investigadores saben desde hace tiempo que la mayor parte de la huella de carbono de una botella de vino procede de la energía utilizada para fabricar esa botella, transportarla a la bodega para ser llenada y luego distribuirla por todo el mundo para su consumo.


A medida que la necesidad de reducir la producción de carbono de la humanidad se hace más urgente, algunos en la industria del vino han comenzado a examinar alternativas a los métodos tradicionales de embotellado y envío de vino, que consumen más energía.


El reto es claro y también urgente. La tecnología ya existe, no hay que inventarla, lo que sí podemos cambiar es el modelo de negocio y sobre todo su distribución. La tarea no es sencilla, pero hay que hacerla. ¿Cuándo empezamos?


Imágen principal: @elletakesphotos